28.8.11

Mojé


Mojé la brasa del porro con las gotas que caían de la ducha y lo arrojé fuera del patio. Eran las tres de la madrugada y podía haberlo tirado cualquiera. Me di media vuelta, meditante. Entonces llamaron a la puerta. Me quedé parado. Flipando, joder eran las tres de la puta madrugada y estaba fumándome un porro en el patio, en calzoncillos encima, no estaba preparado para esa puta contingencia ¿sabéis? Pero abrí la puerta, y allí estaba esa matadora morena de ojos azules.

-Vaya vaya-rio- Vengo a averiguar quién es el vecino propietario del porro y mira que me encuentro.

Allí estaba yo en calzoncillos. De los slip, de los cortos. Risprisas.

-¿Buscas compañero de fumeteo, vecina?-le dije

-¿Qué te induce a pensar eso desconocido en calzoncillos?-me cortó el primer round

-Bueno, has venido a buscar al dueño del porro

-Sí-pronunció tajante-y me encuentro un tío en calzoncillos-segundo round

-¿Eso te incomoda?-me reí-Quizás deberías quedarte tu también en bragas.

Puso cara de chula

-¿Un poco directo tú, no?

-Bueno-le dije-Voy en calzoncillos, tengo que serlo.

Y ya tenemos ganador. Entró y cerró la puerta. Y me la follé contra la pared mientras le tapaba la boca con la mano.

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