28.3.11

Saleelsolentrelasnubes


El sol me está mordiendo la nuca con la fuerza de una jauría de mastines hambrientos. Llevo un buen rato sudando y he acumulado unas cuantas latas de cerveza vacías. Abro otra con un chasquido y vuelvo a donde está el grupo. La gran mayoría están llorando por el suelo de risa. Los monguis nos han sentado de puta madre. Me gustaría ir a la playa a terminar de disfrutar el pelotazo bajo el sol de las cuatro de la tarde mientras me meto poco a poco al agua helada con los brazos extendidos hacia el cielo. Pero no creo que coger el coche borracho y hasta arriba de psylocibes sea una opción correcta. Así que simplemente me tiro al suelo y miro al sol extendiendo los brazos mientras noto como las hormigas del campo me trepan por encima y rio a carcajadas por una extraña sensación de calor en el pecho que no logro focalizar mientras a mi derecha cuatro tíos borrachos destrozan a gritos a Camarón mientras se ríen a carcajadas al cantar “Volando voy”. Y pienso para mis adentros mi propia versión: “Tan enamorao de la vida que a veces duele”. Pero hoy no. Hoy no duele.

21.3.11

Poesía de guerra


Poesía de guerra es la tercera referencia en solitario y la segunda de larga duración del MC Virus de la Torre Crew.

LA MIERDA MÁS HARDCORE DESDE LOS JONAS BROTHERS

Descarga AQUÍ

AMOR PSICOTRÓPICO PARA VOSOTROS.

17.3.11

In Da House


Y gritaba y gritaba por toda la casa. Yo también estaba bastante pedo así que no entendía lo que decía, pero había algo que repetía una y otra vez. Que todos le íbamos a comer el nabo algún día. O algo así. También gritaba que el alma está muerta. No entendí una mierda. Ni siquiera sabía que había pasado, estaba tranquilamente sentado bebiendo con nosotros y de repente se levantó y empezó a gritar por toda la casa. Tomás me contó que le llamaban Angry Boy o Kid Furious o alguna mierda similar. Estaba fuera de control eso está claro. Probablemente me hubiese cagado en los pantalones si hubiese podido, pero iba tan ciego que no podía ni rellenarme el vaso. Al final alguien consiguió que se fumase un porro con nosotros (él estuvo negándose un buen rato) y tan pronto como le vino se le fue. Volvió a ser una persona y se sentó a hablar. Creímos que estallaría cuando Basil mencionó que Bukowski era un muy mal escritor. Pero se limitó a reírse y a cabecear. Luego se fue haciendo eses y no volví a verlo en toda la noche.

7.3.11

Parque lisérgico



No sé si ha sido buena idea lo de tomar LSD para venir a Disneylandia. Tengo un problema y es que a mi colega de drogas los tripis siempre le hacen efecto unos veinte minutos antes que a mí. Esos veinte minutos suelen ser insoportables. Y más en una cola. Él está flipando con todo lo que pasa alrededor. Miro el reloj, nervioso. No quedan más de diez minutos de cola y me gustaría estar a tope para esta atracción. Quizás no sea muy responsable ir totalmente alucinado a la Indiana Jones Adventure pero tampoco es demasiado responsable nada de lo que hacemos. En cinco minutos empiezo a sentir el cosquilleo en los pies y río como un bobalicón. Está en camino. Para cuando me monto en la vagoneta he cambiado de opinión. Tomar LSD antes de venir ha sido lo mejor que hemos podido hacer con nuestras putas vidas. Para cuando llego a FantasyLand me doy cuenta de todo lo que se pierde la gente yendo sobria. Se produce algún altercado pero no demasiado significativo. Mi amigo discute un poco con un guardia de seguridad que nos increpa que debemos bajar de la atracción de las tazas de té de Alicia en el país de las maravillas de una puta vez. Aparte de eso podría afirmar que fue el mejor viaje de mi vida. Imaginaos la Hunted Mansion Holiday hasta arriba de LSD. No soñar si no vivir el sueño. Imaginaos lo que tuvo que pensar el tío que había dentro del traje cuando nos explicó por decimoquinta vez que Jack Skeleton (Skellington como él lo llamaba) era un personaje de ficción y que él solo quería hacer su trabajo y largarse rápido a cenar y que estábamos asustando a los niños. Tuvo que ser maravilloso.

2.3.11

Bajón Químico


La cama está empapada en sudor y siento una extraña fuerza en el centro del estómago que me aplasta contra ella. Son las 5:45 y entro a trabajar a las 7:45 pero llegaré tarde casi seguro. Con esfuerzo sobrehumano logro abrir un párpado y el dolor que siento en todo el cuerpo es tal que aún concentrando todo mi focus en intentar mover aunque sea las piernas no puedo. Breves flashes. Sé que salí de fiesta a las 22:00 del sábado y debí llegar domingo sobre las 19:00. Sé que no debería volver tan tarde cuando debo trabajar un lunes pero volviendo del festival encontramos una nueva sala de rave. Decidimos parar a comprar algo de comida y echar un vistazo superficial a la discoteca pero entre “echar un vistazo” y acabar masticando furiosamente unos cuantos “Toyotas” no hay más que una línea muy fina. Al menos en mi mundo. Cuando logro salir del entumecimiento son las 6:15 y cuando llego al baño son las 6:25. Me echo agua en la cara en cantidades abundantes. Contemplo mi reflejo ante el espejo. Tengo una cara de mierda. Lo cual hace juego con tener el cuerpo hecho una mierda, tener un curro de mierda, una relación que no lleva a ninguna parte con una novia que enseña demasiado las tetas cuando se va de fiesta y me provoca demasiados problemas, y en fin, vivir esta vida de mierda. La vida es una putada y después te mueres. Lo cual, hasta que no llega la fase de agonizar, no te das cuenta de que es una putada incluso mayor. Una putada en toda regla. Aunque sin muerte la vida no tendría ningún sentido. Menos incluso que ahora, y eso es mucho decir. Ojalá estuviese muerto. No me enteraría de nada. Reprimo mis pensamientos. Sé que toda esta mierda que siento no es más que el bajón químico después de tanta droga, pero aún así…aún así una parte de mí se obstina en creer que el bajón químico es la auténtica verdad. Que todo es una mierda, aunque solo me dé cuenta ahora. Mientras camino a la cocina intento pensar en que tengo una casa propia con 28 años, una novia guapísima que me respeta y que jamás me ha prohibido salir con los colegas (lo cual no les pasa a todos mis amigos), un trabajo medianamente bien pagado y una familia que me quiere. Y joder, eso es mucho. Sobre todos en estos días de inflación, crisis, ipc’s y toda esa mierda. Pero aún así acabo llorando sobre el cuenco de los cereales durante al menos veinte minutos.

Y no olvides que al despertar siempre hay cuchillos en el cajón
-Nacho Vegas