Pero hoy sí, hoy mientras le pego una calada profunda a la "L" y tallo su nombre en el abrechapas del bar, mientras escondo el porro de la vista del camarero, pienso que hoy sí. Hoy duele que flipas. Como un navajazo helado e invisible en las tripas del alma. Como la muerte riéndose en tu cara.
¿Y acaso va a doler siempre?
ResponderEliminarYo creo que no. Espero que no. Afirmo que no.
¡Exijo que no! ;)
Todo empieza y acaba, son ciclos reales. Matemáticos. Casi, casi improbables...
Ciclos...
;)